La ciclofosfamida es un medicamento que se usa para tratar el cáncer y algunas enfermedades renales en niños. También se usa para tratar complicaciones graves de otras enfermedades, como el lupus eritematoso sistémico, la esclerosis sistémica, la vasculitis, la miopatía y la artritis reumatoide.
La ciclofosfamida es un agente alquilante que daña el ADN de las células y puede destruir las células cancerosas. También puede disminuir la respuesta inmunitaria del cuerpo.
La ciclofosfamida puede administrarse por vía oral o intravenosa. Se puede tomar con o sin comida, y los comprimidos deben tragarse enteros. Si se administra por vía intravenosa, se debe usar guantes de protección y evitar salpicaduras en los ojos.
La ciclofosfamida puede causar efectos adversos, como:
Daño a los riñones y la vejiga
Irregularidad en el ciclo menstrual o producción de espermatozoides
Efectos menopáusicos como sofocos y sequedad vaginal
Disminución del deseo sexual
Náuseas, vómitos, mareos, visión borrosa
La ciclofosfamida está contraindicada en pacientes con: Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de sus excipientes, Infecciones activas, Disfunción grave de la médula ósea, Inflamación de la vejiga (cistitis) y obstrucciones urinarias, Embarazo y lactancia.